Bueno, bueno, bueno... Aprovechando éste ratito libre entre trabajo y trabajo, cumplo uno de los propósitos, concretamente el número 4, actualizar el blog. Pasito a pasito voy cumpliendo los objetivos, aunque alguno se resiste. Poco tiempo libre debido a la llegada de ésa terrible semana que los estudiantes tanto odiamos: SEMANA DE EXÁMENES. Si, señores. La mía está al caer.
Para relajar un poco la mente, os traigo una pequeña serie de fotografías, tomadas totalmente por casualidad. Compré un marco para un cuadro nuevo y, desgraciadamente, se rompió. Al ver las formas tan maravillosas que se formaron, no dudé en fotografiarlas. Estoy segura que, siguiendo las leyes de nuestro querido Murphy, si lo rompo adrede no quedan tan bonitas ni de coña.
Ojalá todas las cosas rotas quedaran tan bonitas.
(para verlas con mayor tamaño, haced clic sobre ellas)
Ésta última fotografía, también es fruto de la casualidad, mi madre se corto recogiéndolo todo. ¡TRANQUILIDAD! Sólo fue un pequeño corte gracias a Dios.
A veces no hace falta buscarlo, simplemente llega cuando menos te lo esperas.
Espero que os haya gustado.
¡Nos vemos en el próximo post!
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